El envasado de frutas y verduras va más allá del hecho de contenerlas y transportarlas. Se requieren soluciones de envasados con características específicas para que estos productos se manejen en excelentes condiciones, alargando así su vida útil, garantizando su frescura y facilitando su distribución. Hay un tipo de envase que se ha vuelto muy común en los mercados y puestos ambulantes mexicanos, que posee tales características y facilita las actividades comerciales de quienes se dedican a ello: nos referimos a las arpillas, fabricadas a partir de rafia blanca o de otros colores. ¿Pero por qué se ha estandarizado su utilización? Responder esa cuestión será el objetivo de esta entrada.
Composición de las arpillas de rafia
Básicamente, entra dentro de la categoría de costales de rafia, pero tiene una composición específica que le hace distinguir entre la variedad de sacos de polipropileno, por ejemplo, su tejido abierto, a diferencia de la mayoría de sacos que son de tejido cerrado. Estos últimos son buena opción para el manejo de producto pequeño y granulado, mientras que las arpillas se usan exclusivamente para verduras y frutas enteras y productos de mayor tamaño.
Algo curioso de las arpillas es que llevan muchos años de existencia y, pese a que se han fabricado otros productos más novedosos, aún se utilizan ampliamente para el comercio. Asimismo, se usaban como unidad de medida cuando no era extensa la utilización de las básculas en negocios minoristas. Se fabricaban (y fabrican aún) con materiales diversos, como el yute, aunque el polipropileno ha demostrado ser el más conveniente por sus excelentes propiedades, siendo su resistencia la más notable.
Su diseño abierto y su tejido marcado de trama de notable grosor y resistencia le permite una mayor transpirabilidad que el resto de sacos de polipropileno, además es posible su reutilización por muchísimos ciclos y es reciclable, lo que impacta indirectamente en el medio ambiente y en la economía de los usuarios. Además, destaca por la gran variedad de colores en los que se ofrece, desde rafia blanca, verde, roja, amarilla, entre otros. Sin duda, una de las piezas cruciales para vendedores y consumidores de frutas y verduras frescas en nuestro país.
¿Por qué se usa aún después de tantos años de existencia?
Esta es una pregunta frecuente acerca de las arpillas de rafia de polipropileno. Como mencionamos, es uno de los envases de embalaje más conocidos en nuestro país e, incluso, podría decirse que forma parte de la cultura agrícola mexicana. Las razones por las que aún se utiliza para el envasado de frutas y verduras son las siguientes:
Óptima ventilación
Su diseño abierto facilita que el aire circule alrededor de las frutas y verduras, lo que es importante, ya que evita que se acumule humedad, reduciendo así la condensación interna. ¿En qué beneficia esto? En que no se creará un entorno propicio para el crecimiento de hongos y bacterias, manteniendo así tanto la frescura como calidad y precio del producto.
Al haber un óptimo control de humedad, se mantienen las propiedades organolépticas de frutas y verduras, como su sabor y textura. A esto cabe agregar que se evita la condensación en la superficie exterior del envase. Si se usará un costal convencional de trama cerrada, como los diferentes tipos de costales para cemento, la humedad no solo afectaría al producto, sino igual a la presentación del envasado, haciendo que la inversión en esta última no sea rentable.
Evita la acumulación de gas
¿Sabían que las frutas y verduras liberan gases de forma natural mientras maduran? La utilización de las arpillas facilita la disipación de esos gases gracias a su tejido abierto, evitando así que se acumulen e influyan en el envejecimiento de los productos.
Envasado ligero
Es verdad que suelen utilizarse envases rígidos para el transporte de frutas y verduras. Es conveniente en las primeras etapas de la cadena de suministro, pero en las últimas es preferible que se distribuyan en envases más ligeros para que los comerciantes puedan manejarlos bien y a bajo coste. Las arpillas son aquí la mejor opción, mejorando la logística de negocios minoristas al disminuir el peso total de los productos envasados.
Mejor identificación del producto
¿Les ha pasado que adquieren un producto empaquetado en un envase que obstruye la visibilidad, por ejemplo, las cajas de cartón y, al abrirlo, se percatan de que no es lo que solicitaron? Esto llega a ocurrir cuando se trata del comercio de frutas y verduras. Afortunadamente, existen las arpillas que brindan una total visibilidad del contenido, sin necesidad de abrirlas. De esta manera, los consumidores pueden corroborar la calidad de los productos, sin que se comprometa la integridad del envasado. Esto evita problemas de confianza e incluso permite a comerciantes corroborar que adquieren un producto que no está a punto de descomponerse, asegurando así su inversión.
Menores desperdicios
Esto es ventajoso en dos sentidos. Por una parte, las arpillas de rafia blanca u otros colores no requieren tantos hilos para su fabricación, disminuyendo así el consumo de plásticos. Además, el polipropileno es conocido por su capacidad de reciclaje para obtener otros productos de embalaje. Por otra parte, evitan los desperdicios de frutas y verduras, ya que mantienen su frescura y calidad hasta llegar a los consumidores finales.
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