El embalaje de los productos es muy importante, ya que brinda seguridad y los conserva durante su almacenamiento y transporte, además permite que tenga buena presentación para llamar la atención de los consumidores. Existen varios productos de embalaje, como cajas, bolsas y sacos. Los últimos son ampliamente usados y se fabrican con distintos materiales, como la rafia de precio asequible. Para elegir los más convenientes, se requieren criterios específicos.
Preguntas que deben responder para elegir los mejores sacos para su aplicación
Los embalajes de calidad tienen que mostrar las cualidades de los productos, además establecer diferencias con otros similares de la competencia. Los empresarios y comerciantes exitosos conocen la relevancia del embalaje para comercializar un producto y que su costo se debe sumar a las de las mercancías y su fabricación. El mejor embalaje depende de sus necesidades, además de las características de los productos, como forma, fragilidad, tamaño, vida útil, entre otros.
Son varios los productos de embalaje usados, entre los que destacan los costales. Hay una gran variedad en el mercado, lo que puede dificultar su adquisición. Es posible facilitar el proceso si responden las siguientes preguntas:
- ¿Qué saco es el más asequible? Recuerden que hay varios materiales, como la rafia de precio competitivo y cada uno tiene distintos costos.
- ¿Qué saco será el más funcional o tendrá el mejor rendimiento? En este caso se consideran aspectos, como la conservación de la forma, la fuerza para sujetar o la posibilidad de imprimir.
- ¿Qué opción es la más amigable con el medio ambiente? Era un criterio pasado por alto, pero, actualmente, es importante que las empresas sean responsables y consideren el potencial contaminante de sus embalajes.
Analicemos a continuación los factores incluidos en las preguntas.
Costo del saco
Los costos varían según diversos aspectos, como el tamaño de las bolsas, su grosor, el tipo de asa y, especialmente, el material usado para su fabricación. Al determinar el material más conveniente, verifiquen su precio con distintos proveedores. Comúnmente, el orden de los precios, de menor a mayor, es el siguiente:
- Sacos no tejidos de plástico.
- Sacos de papel.
- Sacos tejidos con rafia de polipropileno o polietileno.
- Sacos de lino calicó.
Rendimiento
La integridad física de los costales de rafia, lino calicó o papel es crucial para las aplicaciones industriales y comerciales. Ningún usuario desea que se rompan, rasguen o estiren, por lo que deben conocer las características de cada uno. Las bolsas o sacos no tejidos de plástico (como los de color negro usados para guardar basura, fertilizantes, entre otros) son igual de fuertes que los de papel. Aplica especialmente para aquellos fabricados con polietileno de alta densidad (HDPE, por sus siglas en inglés).
Muchos sacos de plástico usados en entornos minoristas son fabricados con polietileno de baja densidad (LDPE, por sus siglas en inglés). La razón es que se sobreestima su resistencia. Consideramos reemplazarlos, ya que es muy fácil que se estiren y rompan. Si lo que necesitan son sacos de alta resistencia, opten por los ejemplares tejidos con rafia de precio competitivo, especialmente los fabricados con polipropileno. Este último resiste a las tensiones, las altas temperaturas, los contactos con químicos y dura varios años.
Ahora bien, la personalización de los sacos es importante. Afortunadamente, todos los tipos permiten impresiones eficaces, aunque en distintos grados. Para las bolsas de papel se puede aplicar serigrafía o utilizar impresoras con inyección de tinta. En el caso del plástico no tejido, pueden usarse también la serigrafía. En ambos casos, las posibilidades de diseño son limitadas.
En el caso del polipropileno tejido, puede laminarse para aplicar logos en blanco y negro o con tres colores con una impresora flexográfica. Si se necesitan diseños más complejos y creativos, puede utilizarse el laminado bopp (polipropileno biorentado).
Amabilidad medioambiental
Veamos las características ecológicas de cada material.
Papel
Son biodegradables y reciclables, además tienen más volumen, por lo que contienen más cosas, no obstante, su fabricación implica la tala de árboles, y se requieren muchos químicos y energía para su reciclaje y producción.
Plástico no tejido
Su fabricación requiere menos energía que el papel, además implica menos emisiones. Resiste a la humedad, por lo que puede usarse por más tiempo. Sin embargo, se fabrican con petróleo, que es un recurso no renovable y la cantidad de reciclaje antes de perder su plasticidad es limitada. También es el principal causante de la contaminación, ya que tardan muchos años en degradarse.
Rafia tejida de polipropileno
Es la más conveniente de las opciones. Resiste varios años, incluso en condiciones rudas, lo que evita comprar ejemplares constantemente. Implica un proceso de reciclaje sofisticado, pero con un bajo consumo energético. La cantidad de reúso es más amplia que el plástico no tejido y su fabricación presenta bajas emisiones. Comúnmente, se fabrica con rafia reciclada, aunque puede usarse material virgen. El último tiene mayor impacto ecológico, pero puede reducirse, ya que usualmente se combina con material reciclado.
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